Mensaje de Shabat

Sacrificio es no renunciar a las cosas, sino dar a Dios con alegría lo mejor que tenemos.

Oswald Chambers

Dedicarnos un día a Él, no es renunciar a nuestra rutina o al ocio, sino agradecer al Creador con alegría el habernos traído a este mundo.

Datos de Shabat

Las velas se encienden

Viernes 14/12 a las 19:18

Shabat concluye

Sábado 15/12 a las 20:15

Parasha Viagash

Génesis 44:18 – 47:27

Haftara

Ezequiel 37:15 – 37:28

Comentario de la parashá de la semana  VIAGASH

La culpa es lo mismo que confianza disfórica que se siente al romper las reglas culturales (tanto religiosas, como políticas, familiares, de un grupo de pertenencia, etc), o por el simple pensamiento de haber cometido dicha transgresión, aunque no sea real. El filósofo Martin Buber subrayó la diferencia entre la noción freudiana de culpa, basada en conflictos internos, y la culpa existencial, basada en daños reales ocasionados a otros. (Buber, M. (mayo de 1957). «Guilt and guilt feelings». Psychiatry 20 (2): 114-29)

Cualquiera sea la razón que la provoca la culpa atenta contra nuestra calidad de vida.

¿Cómo liberarnos de ella? Tal vez la Parasha de esta semana, nos abra una línea de pensamiento al respecto.

«Se acercó a él (a Iosef) Iehuda y dijo: …. ¿Tenéis padre o hermano? Dijimos a mi señor tenemos un padre anciano  y hay un niño, de su ancianidad, menor. Su hermano murió y quedó él solo – de su madre- y su padre le ama ()… Y ahora permanezca por favor, tu servidor en lugar del joven (por Biniamin) como esclavo para mi señor, pero que el joven ascienda con sus hermanos…No sea que vea yo el sufrimiento que podrá sobrevenir a mi padre.» (Génesis 44:18-22)

Iehuda, quien había tirado al pozo a Iosef sin importarle nada de su suerte, quien tuvo la idea de venderlo como esclavo, quien engaño a su padre Iaakov manchando con sangre la túnica de Iosef, ahora se ofrece a ser esclavo protegiendo a su hermano Binaimin, por amor a su padre Iaakov.

No hay tal vez mejor forma de deshacernos de la culpa, que encontrar los medios para reparar lo que hemos hecho, o que  pensamos que hemos hecho. Actuar de formas diferentes en situaciones similares, convierte a la culpa en aprendizaje. Iehuda demostró maduración al defender a su hermano, y esto provocó el llanto de Iosef y el antagonismo de la culpa: el sanador y maravilloso perdón.

Así se relata en la Tora: Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Di-s delante de vosotros. (Génesis 45:4-5)

Quiera Di-s inspirarnos con el espíritu de Su ley para que podamos ejercitar la reparación y trocar la culpa en abrazos y llantos fraternos.


SHABAT SHALOM

Federico Surijon

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